
Fotos Antiguas: La Carrera de San Jerónimo (1915)
La Carrera de San Jerónimo desprende un punzante fragor a elegancia que se conserva con…
La Carrera de San Jerónimo desprende un punzante fragor a elegancia que se conserva con…
¿Os imagináis que de pronto, un día, distintas autoridades del Ayuntamiento de Madrid asaltasen las…
Plaza Mayor, Plaza de Isabel II, Plaza de Santo Domingo… Son numerosas las explanadas de…
Cientos, seguramente miles, la cantidad de edificios en los que se hace vida en Madrid…
Todo indica que, cada año que pasa, será más improbable que Madrid amanezca vestido con un manto blanco. Por ello tenemos que recurrir al embrujo de las fotografías antiguas, para quitarnos el mono de aquellos inmaculados despertares.
Miradas llenas de ilusión, una calma tensa en plena Puerta del Sol ¿El motivo? El sorteo de Navidad del año 1952 que Francesc Catalá Roca reflejó con una elegancia y espíritu únicos.
Incluso los amantes más fieles de Madrid durante estas fechas nos llegamos a desesperar al pasear por sus calles. Ante la gran afluencia de gente a todas horas hay que buscarse la vida y armarse de paciencia para sobrevivir a estos días.
Sé que muchos me leéis desde la distancia así que, para intentar llevaros un pedacito de Madrid en estas fechas tan tradicionales y familiares, me he pateado el centro de la ciudad, retratando su alumbrado navideño. Así luce nuestra querida ciudad estos días.
Seguro que has pasado por ella o has oido su nombre pero, ¿Tuvo algo que ver este sombreroípico de los toreros con el nombre de esta famosísima calle de Madrid tal y como apunta la cartela que la señaliza? En el secreto de hoy lo averiguamos…
Con la lluvia no hay término medio, o la odias o la amas. Yo cada vez soy más cercano a lo segundo. Los días mojados son extremadamente bellos, tan sólo hace falta darles el enfoque adecuado.
La capital de España es una ciudad de enormes y bruscos contrastes. Para el que dude de esta afirmación le invito a pasear por la protagonista de este secreto, en ella sentirá una realidad que nada tiene que ver con lo que le rodea.
Casi con toda seguridad una de las principales virtudes de la Plaza de las Descalzas Reales radica en haber sabido mantener su carácter cerrado. Viajemos a 1920 para ver lo mucho, o poco, que ha cambiado este céntrico punto de Madrid.
A mediados del siglo pasado la plaza más famosa de Madrid mostraba un aspecto bien diferente al actual pero su fuerza e intensidad ya eran notables.
En muchas ocasiones resulta más interesante insinuar que mostrar todas las cartas y por ello, en esta maravillosa foto, la silueta de Madrid nos regala el perfil más sugerente de la ciudad.
Así se calmada era la vida del corazón de Madrid a finales del Siglo XIX. Absolutamente nada que ver con lo que vivimos en la actualidad. Demos un paseo por aquella entrañable Puerta del Sol.