
La evolución de la Puerta del Sol
Caótica, despierta, dinámica… la Puerta del Sol es el latido de Madrid, su pulso, su…
Caótica, despierta, dinámica… la Puerta del Sol es el latido de Madrid, su pulso, su…
Una de las facetas que más me sorprende del Madrid desaparecido es el hecho de…
Sin duda, las fotos antiguas de Madrid que más me gustan son las que dan…
Provinciana, tranquila, sosegada. Hoy nos detenemos en la Plaza de la Puerta Cerrada, una encrucijada…
La foto antigua de esta semana nos brinda la ocasión de poder desempolvar alguno de…
Es, gracias a sus más de diez kilómetros, la calle más larga de Madrid y…
Algo tan inocente como un improvisado partidillo de fútbol entre chavales nos sorprende hoy sobre…
Hay fotografías que no necesitan ni introducción ni contexto, sólo hay que dirigir nuestra mirada…
Cientos, seguramente miles, la cantidad de edificios en los que se hace vida en Madrid…
Todo indica que, cada año que pasa, será más improbable que Madrid amanezca vestido con un manto blanco. Por ello tenemos que recurrir al embrujo de las fotografías antiguas, para quitarnos el mono de aquellos inmaculados despertares.
Miradas llenas de ilusión, una calma tensa en plena Puerta del Sol ¿El motivo? El sorteo de Navidad del año 1952 que Francesc Catalá Roca reflejó con una elegancia y espíritu únicos.
Incluso los amantes más fieles de Madrid durante estas fechas nos llegamos a desesperar al pasear por sus calles. Ante la gran afluencia de gente a todas horas hay que buscarse la vida y armarse de paciencia para sobrevivir a estos días.
Sé que muchos me leéis desde la distancia así que, para intentar llevaros un pedacito de Madrid en estas fechas tan tradicionales y familiares, me he pateado el centro de la ciudad, retratando su alumbrado navideño. Así luce nuestra querida ciudad estos días.
Seguro que has pasado por ella o has oido su nombre pero, ¿Tuvo algo que ver este sombreroípico de los toreros con el nombre de esta famosísima calle de Madrid tal y como apunta la cartela que la señaliza? En el secreto de hoy lo averiguamos…
Con la lluvia no hay término medio, o la odias o la amas. Yo cada vez soy más cercano a lo segundo. Los días mojados son extremadamente bellos, tan sólo hace falta darles el enfoque adecuado.