Muchas veces me planteo la existencia de innumerables profesiones que están ahí, que exigen una enorme dedicación y destreza y en las que pocas veces recaemos. Por lo visto no soy el único con estas inquietudes. Hace un par de semanas estuve en Segovia y pude comprobarlo en persona.
Autor: Manu
Hoy recupero una fotografía que ya compartí en su momento pero en la que me gustaría detenerme, esta vez, con más pausa. Una de las estampas más simpáticas de ese Madrid antiguo del que alguna miguita, por suerte, nos ha llegado en el tiempo. Nos trasladamos a la Glorieta de Bilbao, al año 1910.
Es uno de lugares más apreciados por Madrid, tanto por los visitantes como por aquellos que viven en la ciudad. Turístico y secreto casi a partes iguales, el Parque del Retiro cuenta con un misterioso guardián cuyo esmero y buen hacer sufrió, en primera persona, Felipe V. Al menos eso es lo que cuenta su leyenda.
Que la gastronomía asturiana es una de las más valoradas y alabadas de nuestro territorio nacional es una realidad que no vamos a descubrir a estas alturas. El problema radicaba en los algo más de 400 kilómetros que separan Madrid de Asturias. No obstante, desde hace poco más de un año esta distancia se ha borrado gracias al Restaurante Asgaya que ha traído a Madrid lo mejor de aquella cocina.
Madrid, octubre de 1874. Una lluviosa y desapacible mañana envuelve de agua a todo aquel que se aventura a salir al exterior. Pocos, a casi ninguno, optaron por pisar la calle y ver el cortejo fúnebre que trasladaría, por enésima vez, los restos mortales de Calderón de la Barca. Esta vez el recorrido sería distinto, serviría para inaugurar, de forma precipitada, uno de los actuales iconos de la ciudad, el viaducto de la Calle de Bailén.
El otro día estaba con un amigo tomando algo y me recomendó una aplicación que está revolucionando el ocio madrileño: Qhaceshoy? Una herramienta que permite disfrutar de espectáculos de calidad y al mejor precio posible…. Yo ya he tenido la suerte de probarla y os aseguro que es una auténtica maravilla…
Las fuentes de Cibeles y Neptuno son hermanas, ese es un dato que algunos ya conocen, lo que menos gente sabe es que en realidad son trillizas ya que tienen una última familiar, menos conocida y afamada. Semioculta entre árboles, la fuente de Apolo completa esta particular familia de piedra.
Hoy quiero compartir con vosotros uno de esos detalles que visten nuestras calles y en los que muy poca gente recae. No es el primero de este tipo que me encuentro… en el suelo de Madrid, si ponemos un poco de atención, podemos encontrar algunas huellas y trazos de la antigua Villa y Corte.
Allá donde la Calle de Alcalá comienza a sentir su final nos aguardan 28 hectáreas de puro sosiego y calma. Un espacio verde que responde al nombre de La Quinta de los Molinos y que en su discreción aguarda su mejor virtud. Sale en pocas fotografías, seguramente en ninguna postal, pero es unos de los parques más bonitos y agradecidos de Madrid.
En la actualidad es el punto de vista más representado de Madrid, una ciudad que comenzaba el Siglo XX sumida en un profundo lavado de cara. Hoy rebuscamos en el pasado para ver qué hubo antes de esta revolución arquitectónica que trajo consigo la aparición de la Gran Vía.
Si damos un paseo por el centro de Madrid siempre tenemos la ocasión de cruzar nuestros caminos con excepcionales fachadas, hoy nos vamos a detener en una de ellas. Original y muy diferente a sus vecinas vive en el Barrio de Embajadores.
Sus galerías y vagones son testigos, día a día, de miles de anécdotas que suceden bajo el suelo de Madrid. Sin quererlo, él también se ha convertido en un protagonista principal de esta enorme función que es la vida madrileña, me refiero al Metro de Madrid.
Seguimos hilando la historia de Madrid a través de sus entrañables fotografías antiguas. Estamos en esta ocasión ante otra de esas estampas en las que uno prefiere ser cauteloso y no hablar más de la cuenta. Casi es mejor no escribir mucho y dedicarse a observar un instante, sin duda alguna, mágico.
Otra vez toca ponerse calzado cómodo para transitar por Madrid y desgranar el pasado de una de sus calles. En esta ocasión le toca el turno a una vía sin demasiada fama, casi anónima, pero a la que le persiguen anécdotas, y sobre todo una leyenda, dignas de ser escuchadas.
Alejado de los focos del Madrid mas turístico destaca este pequeño restaurante que lleva 40 años haciendo disfrutar a sus clientes en la Calle de Ávila, en Tetuan. Obligatorio para los amantes de esta gastronomía.