Madrid es una ciudad con tantos atractivos y tan absorbente, que a veces parece eclipsar lo que tiene alrededor. Sin embargo, cerca de la capital hay ciudades y municipios con innumerables encantos, con un extraordinario patrimonio cultural y con una rica gastronomía, que bien merecen una escapada. Por ejemplo, si vives en la capital, es muy fácil realizar una excursión a Toledo y Segovia, donde podrás pasar un día extraordinario.
Ambas son ciudades limítrofes con Madrid con algo en común. Son ciudades históricas, con un indiscutible encanto y una majestuosidad derivada de su pasado. Dada su cercanía, puedes incluso realizar la excursión a ambas ciudades en el mismo día, lo que es especialmente útil si no vives en Madrid y te encuentras de paso visitando la capital. De esta forma, podrás pasar unos días en Madrid y también visitar estas dos preciosas ciudades.
Segovia conserva espléndidamente los tesoros que le ha legado su rica historia. El ejemplo más palmario y evidente es, sin duda alguna, su monumental acueducto romano, principal orgullo de la ciudad. Casi dos mil años contemplan a esta maravillosa obra de ingeniería que nos dejó el Imperio Romano. Su construcción, durante los mandatos de los emperadores Trajano y Adriano, data del siglo II d.C. La obra atraviesa la ciudad y particularmente su plaza del Azoguejo.
El acueducto es un monumento tan relevante que suele eclipsar otros encantos singulares de Segovia. Así, si visitas la ciudad no deberías dejar de pasarte por el Palacio de Cascales, un palacio mudéjar que contiene decoración típica de la zona. También merece una visita la catedral gótica de Santa María, que encontrarás en la Plaza Mayor, y el Alcázar de Segovia, un castillo del año 1.122. Otro atractivo indudable de Segovia es su gastronomía, con el famosísimo cochinillo asado.
Si Segovia es una ciudad monumental, Toledo no le va a la zaga. Toledo debe su majestuosidad a las tres culturas que confluyeron allí, razón por la cual es conocida como la ciudad de las Tres Culturas, vinculadas a las tradiciones cristiana, judía y musulmana. Esto puede percibirse con un simple paseo por su incomparable Centro Histórico.
Allí se encuentra la Catedral de Toledo, que es para muchos expertos el mejor ejemplo del estilo gótico en España. La Plaza del Zocodover fue el centro neurálgico de la ciudad durante casi toda su historia. Diseñada por Juan de Herrera durante el reinado de Felipe II, servía como punto de reunión para la vida social de la ciudad.
El legado judío se conserva en la Judería, un barrio repleto de callejuelas y pequeñas plazas. Esta es, probablemente, la Judería más importante de España por el peso que tuvo en su día en la ciudad, la más poblada y rica de Castilla en los siglos XII y XIII, y que a su vez llegó a albergar hasta diez sinagogas. Durante los siglos posteriores a su expulsión, muchos judíos siguieron considerando a Toledo como la capital de Sefarad.
Por último, no se puede pasar por Toledo sin visitar su fabuloso Alcázar, que cuenta además con el Museo del Ejército.
Visitar Toledo y Segovia desde Madrid en un día es posible y muy recomendable, pero si dispones de tiempo, no dudes en dedicarle un día a cada una de estas ciudades monumentales en las que la Historia dejó su huella con mayúsculas.