Madrid ha sido y es una ciudad donde habitan múltiples palacios, los hay más turísticos como el Palacio Real, otros más discretos (aunque igualmente suntuosos) como el de Ferrán Núñez y otros por desgracia ya desaparecidos como el de Xifré. Hoy sin embargo os quiero hablar de otro mucho más cercano y familiar, que de algún modo sigue existiendo aunque ya nadie se refiere a él por este simpático nombre: ‘El Palacio de las Pipas’.
Para saber dónde se encuentra, aún a día de hoy, este recinto hay que ir muy cerquita de la Plazuela de Antón Martín, encarar la Calle de Santa Isabel y detenernos ante la colorida fachada art-decó del Cine Doré. Él es quien guarda este secreto de Madrid desde hace casi un siglo, ya que fue inaugurado en 1923.
En la actualidad las sesiones de cine gozan de numerosos avances tecnológicos, desde visionados en 3-D a efectos sonoros envolventes pero, hace casi un siglo, las proyecciones del séptimo arte eran mucho más rudimentarias. Retrocedemos a los primeros albores del cine, cuando éste era mudo, para amenizar las sesiones, junto a la pantalla se ubicaba un piano que, con sus notas, iba añadiendo matices a la sesión para dar un mayor realismo a la experiencia. Lo que no se sabe muy bien es porqué, en este coqueto cine muy pronto se puso de moda comer pipas durante las sesiones. Así que, el sonido de los chasquidos de las pipas acompañaban durante el visionado a los espectadores, creando una banda sonora de lo más singular (e imaginamos que en parte incómoda).
Lo de comer palomitas viendo una película vino más tarde y además, no era tan nuestro como una bolsa de este adictivo fruto seco. Por esto mismo que os acabo de contar al Cine Doré se le conoció durante mucho tiempo como el Palacio de las Pipas.


5 comentarios
Pues pipas no, pero en el Cine Doré (Filmoteca nacional) ahora de vez en cuando hay sesiones de cine mudo con pianista en vivo, como cuando era «El Palacio de las Pipas». Un lujo por 2,50 € o menos…
Siento deciros pero el Palacio de las Pipas era el cine Dos de Mayo, en la calle del mismo nombre. Hoy desaparecido. En el mismo barrio estaban el Alhambra, La Flor , el cine X y el Alexandra en la calle de San Bernardo , el Cervantes en la Corredera Baja y el Pez en la calle del mismo nombre (hoy teatro Alfil)
Pues se ve que había uno en cada barrio, porque en mi época de chaval y en la calle de Bravo Murillo nº 121 estaba el cine Montija, también llamado Palacio de las Pipas por la misma razón. Costaba 1 peseta y era sesión doble y continua.
Enfrente del cine montija estaba el cine cristal, Bravo Murillo estaba lleno de cines, cine lido, Versalles, Europa, aparte de estos dos que emencionado antes. !!! Que recuerdos!!!
Recuerdos de mi infancia,años 50 sesión doble con mis amigos precio 2 pesetas