El otro día pude saldar una de mis cuentas pendientes con Madrid, acudir al Parque del Retiro y ver en primera persona el Palacio de Cristal. Se trata de un enorme edificio construido para la Exposición de las Islas Filipinas de 1887 que guarda en su simplicidad su mejor arma.
En cuanto distingues su silueta entre la frondosa vegetación que lo rodea, tienes una primera idea equivocada. Parece que sea un enorme caserón abandonado, del que solo queda ya su armazón, su esqueleto. Pero según avanzas ese primer halo de misterio y de soledad que desprende se torna en una delicadeza exquisita.
El Palacio de Cristal, que bebe los aires del Crystal Palace de Londres, sustenta su cuerpo sobre una estructura de metal y está completamente recubierto por planchas de cristal. Lo primero que imaginé al verlo atravesado por los rayos de sol fue el impresionante calor que debía hacer en su interior. Luego averigüé que para la exposición sirvió de invernadero, dando cobijo a muchas plantas exóticas.
Como curiosidad, indicar que este original edificio fue el lugar en el que Manuel Azaña fue elegido Presidente de la República en 1936 puesto que las Cortes se habían quedado demasiado pequeñas. Ahora, sigue siendo utilizado como escenario, pero para acontecimientos menos importantes, como exposiciones de arte o eventos. Os recomiendo que vayáis a verlo, aprovechando estos últimos días de sol y buen tiempo, que no os pase como a mí, que tardé una eternidad en ir a verlo. No os defraudará. Sin duda, es uno de los lugares más románticos de la ciudad.
1 comentario
Así como en otras entradas, me quito el sombrero por la labor de investigación. En este caso discrepo en absoluto con que la deuda hay quedado saldad. No obstante, saludos