Ocupa una de las cuatro esquinas de la Plaza de España, más concretamente la que enlaza con la Calle Ferraz. Una magnifico edificio vestido de blanco, extraordinariamente recargado y rematado con un tejado y cúpulas oscuras que hacen un seductor contraste. Es la Casa Gallardo, una de las más extraordinarias y desconocidas construcciones de la urbe. Cuando hablamos de esta céntrica explanada nos vienen a la mente sus dos rascacielos, el Edificio España y la Torre Madrid. Pocos o ningún recuerdo para ella.
La primera vez que este edificio y yo nos cruzamos las caras fue en verano de 2007. Yo había quedado para mirar un piso en la zona y de pronto recuerdo el estar contemplándolo como quien acaba de ver una aparición del más allá. Me quedé absorto y estático tratando de asimilar su monumental belleza. También me dí cuenta que mucha la gente lo ignora, caminando en su regazo, sin regalarle las miradas que merece. Los árboles de la Plaza de España le restan visibilidad y sólo cuando lo miras desde la acera de enfrente, como me sucedió a mí, le reconoces todo su mérito.
Un reconocimiento que sí tuvo en 1915 cuando el Ayuntamiento de Madrid lo premió como la casa mejor construida. Su engendramiento había comenzado unos años antes, en 1911 cuando las hermanas Esperanza y Asunción Gallardo encargaron al arquitecto Federico Arias una profunda reforma del edificio que, con anterioridad, ocupaba este cotizado solar. Un elemento que nos permite reconoce esta impactante construcción es una “G” dorada en la cúpula que corona la casa, en honor al apellido de sus dos mecenas.
La Casa Gallardo es un edificio que nos seduce con una fachada colmada de suaves curvas. Un ejemplo arrebatador del modernismo tardío madrileño. Sus numerosos miradores y sus trabajados elementos florales lo delatan. Es tal la cantidad y la calidad que se advierte en sus paredes que da la sensación de que su autor fue más un escultor que un mero arquitecto.
Ésta es una de las muchas y magnificas obras que hereda Madrid de la primera parte del Siglo XX, un periodo que supone una auténtica revolución arquitectónica y que nos ha regalado maravillas como el Palacio de Linares, el Palacio de Telecomunicaciones o el Edificio Metrópolis. La única diferencia de éstos con la Casa Gallardo está en su ubicación. Los primeros situados de manera ideal para ser vistos sin trabas y desde muy variados puntos. Nuestra protagonista, sin embargo, relegada a una esquina en la que pocos se fijan. Sin embargo, ella sabe que su belleza no tiene nada que envidar al resto.
Fotos tomadas de guias-viajar.com
4 comentarios
Cierto, mucha gente pasa apresurada por su lado y nunca se para a mirar hacia arriba y admirar esta preciosa fachada. Justo enfrente de este edificio también se encuentra uno de los monumentos más olvidados de Madrid y, para mí, uno de los más emotivos, dedicado al pueblo heróico de Madrid, en el 2 de mayo de 1808.
Muchas gracias por haber escrito este post, Manu. Yo viví más o menos cerca de allí durante muchos años, y siempre que pasaba por ahí delante me quedaba admirado ante un edificio tan impresionante. Cometí la equivocación de no informarme nunca sobre tal edificio (y mira que en la era de Internet el acceso a una información como ésa no puede ser más fácil). Ahora, gracias a ti, ya sé cómo se llama ese edificio. Lo que también me gustaría saber es cómo es por dentro. ¿Sabes si se puede visitar? Por esa zona tengo pendiente una visita al Museo Cerralbo. Si además se pudiera ver por dentro la Casa Gallardo, sería una ruta cultural estupenda.
Enhorabuena por el blog. Desde que lo encontré en Twitter, Madrid me gusta mucho más.
Muy chulo, me ha gustado mucho
Durante más o menos 35 años la he visto a la salida del túnel de Bailén, camino de mi trabajo realmente bella, pero no sabía la historia. Gracias.