Por fin se ha confirmado la noticia que desde hace varios días se estaba barruntando en los entornos virtuales sin que se supiese hasta qué grado era cierta la noticia. Por fin se ha sabido la novedosa, y seguramente polémica, medida que desde el consistorio de Madrid se va a llevar a cabo para promocionar la imagen de la ciudad en todo el mundo. Uno de sus mayores símbolos de la Villa, la escultura del Oso y el Madroño, hará un tour por todo el mundo a lo largo de 9 meses y 11 capitales.
Los datos recogidos por la Consejería de Turismo han sido buenos os pero no se han alcanzado los objetivos marcados a inicio de este 2017 que ya está a punto de concluir. Han aumentado los visitantes en Madrid y el conocimiento e impresión que se tienen de la capital, de la M-30 al mundo exterior son positivos, pero mejorables. Llegados a este punto ¿Cómo incentivar el interés en la capital en países como China o Argentina? Muy sencillo, acercando parte de nuestro patrimonio a todos estos lugares. El elegido por el consistorio, tras varias rondas de votaciones y fumatas blancas incluidas, ha sido el Oso y el Madroño que lleva décadas siendo objeto de miles de fotografías. ‘Nadie mejor que él para vender Madrid’, decían algunas voces desde el consistorio.
Ubicada en la Puerta del Sol desde el 20 de enero de 1967, con su medio siglo de vida a cuestas, esta escultura de más de 12 toneladas tiene confirmada la visita a ciudades como Berlín, Londres, París, Moscú, Pekín, Tokio, Buenos Aires, Montevideo, México DF , Washington y Nueva York entre otras. Se espera que su periplo viajero comience a finales de febrero.
Lo que está todavía por confirmar, es ver si el Ayuntamiento de Madrid pondrá algún elemento que le sustituya durante su ausencia o dejará durante estos meses este espacio vacío, no sólo en plena Puerta del Sol si no también, en el corazón de todos los madrileños.