
La postal de la semana: Un arcoíris de esperanza
Comentan que después de la tempestad siempre llega la calma y no se me ocurre…
Comentan que después de la tempestad siempre llega la calma y no se me ocurre…
Lleva ahí mucho tiempo antes de que la ciudad se empeñase en ahogarle. Los orígenes…
Verde y azul, una magnifica combinación que nos evoca esos días primaverales de Madrid en…
¿Nunca habéis tenido la sensación de que, cuando estabais de camino a casa, habéis visto…
Aquí está la crónica de un reencuentro necesario, el que hace unas fechas me llevó a caminar por La Latina que nunca sale en las guías turísticas pero que resulta igual de vital para conocer y explorar Madrid.
Viajemos a 1913 para fundirnos con los habitantes de la Villa en un día cualquiera del Madrid de hace un siglo.
Hoy nos toca pasear y reflexionar por el barrio más dinámico de Madrid, sus colores, sus contrastes, su infinita vida… Siempre tiene un motivo para encandilarnos, Así es ella, sin tapujos, así es Malasaña.
Es inevitable echar un simple vistazo a la fotografia de esta semana y no sentir como distintos olores activan nuestro sentido del olfato. Es la antesala a un aluvión de recuerdos que seguro os vienen a la cabeza recordando como fueron estos tradicionales comercios de Madrid.
Un nuevo día que se apaga, la vida se desliza con calma por la Calle de Alcalá mientras los últimos rayos del sol iluminan los tejados más notables de Madrid. Por lo demás, nada extraño en esta fotografía ¿o sí?
Sus leves destellos nos marcan los pasos a seguir en uno de los paseos más bonitos y agradables que nos ofrece Madrid. Es breve pero intenso, un viaje que pocos olvidan.
Si pudiésemos volar veríamos como la ciudad se extiende como un mosaico casi infinito de tonos marrones. Los tejados de una ciudad que inspira y abruma a partes iguales. Sólo desde lo alto nos evadimos de su frenesí y la comtemplamos con mimo.
Bonita y repleta de nostalgia, así es la imagen que nos ocupa este martes. Un viaje en el tiempo que nos devuelve a 1945 a pocos pasos del Palacio Real.
Aterriza octubre y lo hace con sus atardeceres marrones y melancólicos. Para ello recupero una fotografía que tomé hace ya un tiempo y a la que le tengo un especial cariño. Como siempre, espero que os guste.
Hoy admiramos la catedral como pocas veces se deja ver, desde las alturas, en una pose sorprendente que igual a alguno le haga cambiar su parecer sobre esta emblemática construcción.
Hoy, con motivo del aniversario de la muerte del reconocido y prolífico autor del Siglo de Oro, conocemos uno de los espacios más idílicos y recónditos de Madrid, precisamente, muy ligado a Lope de Vega.