Comentan que después de la tempestad siempre llega la calma y no se me ocurre una fotografía mejor para resumir el alivio que experimentó ayer Madrid después de las últimas jornadas de lluvia. Unos días pasados por agua que parece todavía no han llegado a su fin.
No estamos acostumbrados a ver amanecer nuestra ciudad tantos días envuelta en un paño gris. Un estado de ánimo un tanto decaído que ha venido acompañado de importantes chaparrones. Pero ya sabéis como dicen, “al final siempre sale el sol”. Y hasta que este hecho se materializa, Madrid nos regaló esta preciosa mirada de la que hoy me he querido hacer eco.
Esta fotografía de Javier Martinez (@jmartinezmoran) fue tomada desde Pozuelo, concretamente cerca de la estación de cercanías. En ella vemos nuestra gran ciudad mirando todavía temerosa al cielo por ese manto de oscuros nubarrones que aún le amenazan. No obstante, un fabuloso y perfecto arcoíris brinda una aureola de esperanza a la capital. Tan bonito que casi parece dibujado a mano, el contraste de sus colores con el inquietante cielo nos brinda una fotografía única, hermosa.
Una postal a la que no estamos demasiado acostumbrados así que merece la pena detenerse por unos pocos segundos en ella y, simplemente, disfrutar.