¡Cómo ha cambiado la forma de hacer la compra con el avance de las décadas! Hoy uno pasea empujando el carrito del supermercado por amplios y relucientes pasillos… pero antaño, ir al mercado era una experiencia bien diferente. Un ajetro constante, con la presencia de animales como mulos o burros y el deambular infinito de personajes como los mozos de cuerda o porteadores.

El género se agolpaba no pocas veces sobre el suelo, con los poblema de salubridad que esto conlleva y eso que hoy nos hemos venido a llenar la despensa al que en su momento fue, el mercado más ‘moderno’ y avanzado de Madrid, el Mercado de la Cebada. Aunque la foto, y más bien nuestro punto de vista y manera de observar el mundo, puedan decir todo lo contrario.

El Mercado de la Cebada, ubicado en plena Latina, es un de los más tradicionales y emblemáticos de la capital aunque ahora presenta un aspecto bien distinto. En esta ocasión rescatamos del olvido sus maneras originales, las que tuvo desde su inauguración en el año 1875 a manos del rey Alfonso XII. Era entonces un pomposo ejemplo de la llamada arquitectura de hierro. Hoy el Mercado de San Miguel nos recuerda lo que sentían aquellos madrileños al deslizarse por sus galerías.

Clientes, porteadores, vendedores y comerciantes, todos ellos daban a este mercado un movimiento y vida infinita, tal y como se aprecia en esta fotografía de 1929. Una mirada de lo más costumbrista y reveladora del estilo y forma de vida del Madrid de hace un siglo.

Mercado de la Cebada en 1929

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