Cuesta de Los Ciegos en Madrid, en el Barrio de La LatinaOs quiero hablar de un sitio que conocí hace poco, la Cuesta de los Ciegos, como era de imaginar, no he tenido que investigar mucho para toparme con varias historias fascinantes. Se trata de una escalera que salva un gran desnivel, uniendo la Calle de Segovia con la Calle de la Morería a través de 254 escalones.

Hoy en día la Cuesta de los Ciegos es un punto con encanto, que incita a un paseo tranquilo y romántico, solo emborronado por los excesivos grafittis que la ensucian. Rodeado de verde y con unas maravillosas vistas, mucho ha cambiado el aspecto de este lugar, sobre todo, en relación a la época en la que se pudo originar su nombre.

Hablo del año 1214, cuando San Francisco de Asís llegó a Madrid tras realizar el Camino de Santiago. El santo se instaló a vivir en el actual Parque de las Vistillas y construyó su humilde cabaña en el punto donde años más tarde se levantó uno de los templos más impresionantes de Madrid, la Basílica de San Francisco el Grande.

El Santo, vivía de la caridad de sus vecinos y pasaba asiduamente por este desnivel. Cierto día, llegó hasta el Convento de San Martín y entregó a su prior una cesta de peces, a cambio, le entregaron una tinaja de aceite. De regreso a su hogar, al volver a la cuesta, se encontró con varios ciegos que estaban pidiendo limosna, Francisco de Asís les untó los ojos con un poco del aceite que llevaba y al instante, de forma milagrosa, los ciegos recuperaron la vista.

Otra versión del origen del nombre nos dice que la Cuesta de los Ciegos se llama así porque en el Siglo XVIII, a sus pies siempre solía haber un grupo de invidentes que al son de una música de violines, cantaban a cambio de una limosna. Leyendas aparte, lo que es bien cierto es que bajo la colina existe un magnífico pasadizo secreto del que os hablaré en otro momento.

Como he podido ver en fotos más antiguas, hace un tiempo el aspecto que presentaba esta rampa era bastante descuidado y arriesgado para los peatones, era algo así como un tobogán gigante de ladrillos. Esto hizo que los niños hicieran de este punto un lugar de recreo, donde jugaban a deslizarse y a tirarse. Por ese motivo, se le conoce también por el nombre de ‘Cuesta de Arrastraculos’.

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9 comentarios

  1. Un descubrimiento tu blog.
    Me gusta estéticamente. La parte final de fotografías, además de preciosas, queda muy bien.
    Los post, como creo que deben ser en estos casos, ni pecar de cortos ni de pesados.
    Y lo más importante, acercas cultura de la de verdad (sin K) a todos de una forma agradable y sencilla pues no se trata de un tratado de historia.
    Soy de fuera, aunque viví en esa maravillosa ciudad cerca de 7 años.
    Con eso te digo todo.
    Suerte.

  2. Como curiosidad para los cinéfilos, destacar que en esa cuesta hay varias escenas muy divertidas en la película «Yo hice a Roque III», una parodia de Rocky dirigida por Mariano Ozores y protagonizada por Pajares y Esteso!

  3. Tu blog muy bien, pero esos enlaces infames y engañosos a anuncios han hecho que me enfade bastante. Por no hablar de los irritantes anuncios flotando por todo el blog. Espero que te valga la pena económicamente porque la impresión general es penosa, la verdad.

  4. Pingback: Las escaleras más bonitas de Madrid | Secretos de Madrid

  5. El post queda un poco incompleto si no se menciona la jodienda suprema que supone bajar o subir la Cuesta de los Ciegos: las escaleras están muy tendidas (demasiado horizontales), y los tramos de cuatro escalones y giro de 180 grados son una mierda inmensa. Es la antiergonomía aplicada a la arquitectura pública.

  6. me ha gustado mucho la historia de San Francisco de Asís q no la conocía y además San Francisco el Grande es una de mis Iglesias favoritas,la cúpula es preciosa

  7. Pingback: Las escaleras más bonitas de Madrid - Revista Zero

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