Un charla distendida entre amigos, una velada íntima, una cita a solas, disfrutando de una apacible lectura. Siempre hay una buena excusa para disfrutar de un buen vino y más si lo hacemos con Madrid como escenario de fondo. No hay que olvidar que el idilio entre el vino y la Villa viene de muy lejos, de hecho, hay historiadores que apuntan que ya había una primitiva industria vinícola en el Siglo XIII. Pero vamos a centrarnos en la capital actual, saltamos ocho siglos de golpe para conocer cuáles son las mejores zonas hoy en día para irse de vinos por Madrid.
Zona de Huertas
Si hay una calle que a todos os habrá venido a la cabeza en un primer instante esa es la Calle Huertas y todas sus adyacentes. Pocas calles más animadas y bulliciosas que ella, por la que aún resuenan los pasos de ilustres literatos como Cervantes o Quevedo. Neotabernas de nuevo nacimiento, se conjugan con nombres emblemáticos como Casa Alberto. Ideal para los que quieran tomar unos vinos a no excesiva distancia de la Puerta del Sol.
La Latina
De su pasado menos reciente esta zona cogió el agradable hábito de recibir, en sus tascas y tabernas, a los forasteros que arribaban a Madrid con ganas de dar buena cuenta de su gastronomía y fama de buena acogedora. Calles como la Cava Alta o la del Almendro siempre presumieron de tener las mejores posadas de la ciudad, o al menos las más económicas. Y en torno a ellas, proliferaron decenas de tabernas que hacen de este entorno, uno de los más adecuados para pasar una agradable jornada, entre trago y trago, mientras nos sentimos observados por la historia de la capital.
Chamberí
Si hay un distrito castizo donde los haya, y donde las buenas costumbres se han sabido mantener intactos con el paso del tiempo ese es Chamberí. Aquí, la vida de barrio predomina y se promueve y gran motivo de que ésto sea así son las decenas de bares donde es casi una religión reunirse cada vez que la agenda lo permite, con las amistades para charlar y ponerse al día. Vinos en una magnífica compañía y en lugares tan demandados como pueden ser la Plaza de Olavide o la Calle de Ponzano.
Chueca
Poco a poco, talento a talento, la zona de Chueca se está consiguiendo deshacer de las etiquetas fiesteras que le perseguían y se está gestando una magnífica reputación dentro del panorama gastro de la capital. Calles como San Marcos o Libertad con cobijo a agradables locales como La Carmencita (que contó entre sus ilustres clientes a muchos miembros de la Generación del 27), Celso y Manolo o un sitio de referencia en el escenario enológico, Vides, una vinoteca con más de 125 referencias de caldos de toda la geografía.
Como véis irse de vinos por Madrid es una excelente opción, no sólo por los momentos que ello nos regala sino que además nos permitirá recorrer algunos de los espacios más bonitos y emblemáticos de la Villa.