Por el ‘Abrazo de Vergara’ se conoce al tratado firmado en Oñati, Guipúzcoa, en 1839 y con el que se puso fin a la primera Guerra Carlista pero no, tranquilos que no os habéis equivocado de blog, ni esto es una clase de historia… os invito a que conozcáis un restaurante que lleva ese mismo nombre y que a base de ilusión y trabajo bien hecho se están labrando una notable reputación en todo Madrid.
Descubrí este coqueto restaurante por medio de Tripadvisor, el portal que casi siempre utilizo para buscar nuevos desafíos gastronómicos. Las reseñas de los usuarios eran muy positivas y la oferta culinaria, rica y apetecible así que allá que me planté. Situado en pleno Madrid de los Austrias, en la Calle Vergara, a escasos metros de los grandes atractivos de la ciudad, como el Palacio Real, hacer una parada técnica en este restaurante es la opción ideal después de un intenso paseo o como punto de partida a un itinerario por el Madrid más histórico.
El local es pequeño y acogedor, decorado con gusto y de estilo moderno pero sin excesos, nada que ver con esos sitios ultra fashions que no sabes si estás en un restaurante o en una nave espacial. Tampoco enormes comedores y camareros tomando las curvas entre las mesas como Fernando Alonso por el asfalto de Monza. El Abrazo de Vergara es un sitio para disfrutar de forma pausada e íntima, sin prisas. Es lo que se merece. Con la pericia de Javier Gutierrez entre los fogones y el trato exquisito y cordial de Antonio Araujo en la sala, no es de extrañar que la fama de este escondido restaurante se esté extendiendo como la pólvora.
Pero hablemos de lo que más importa cuando el trasfondo de la conversación es un restaurante, ¿qué podemos encontrar en El Abrazo de Vergara? Este restaurante nos ofrece una carta basada en la cocina tradicional, la de toda la vida, pero a cuyos platos se ha querido dar una vuelta de tuerca.Cocina creativa, pero sin fuegos de artificio, raciones y guarniciones caminan en armonía para sorprender y engatusar a nuestros paladares. Croquetas de txipirones, papas arrugadas con dos mojos, saquitos de queso brie con confitura de tomate o el risotto de boletus con aceite de trufa blanca y crujiente de parmesano son algunos de los ejemplos de lo que digo.
Si queréis averiguar más sobre el ‘secreto’ de hoy, no dudéis en pasaros por su página web, ahí podéis echar un vistazo a la carta. El precio medio de la comida será de unos 25 o 30 euros, una última recomendación, si vais a ir, sobre todo en fin de semana, reservad ya que al ser un local pequeñito es probable que os quedéis sin mesa. Pero si lo que os apetece es no moveros de casa que sepáis que también tienen servicio a domicilio, un lujazo.
Comida, ubicación y trato, no le falta de nada a este presumido restaurante que seguro que no os defraudará. Un ambiente ideal para que disfrutéis de una cita romántica o para sorprender a vuestras amistades, éso ya no depende de mí.