En Madrid las grandes librerías han ido terminando con esos pequeños comercios de sabor añejo, de estanterías repletas de volúmenes descatalogados, donde la anarquía del lugar sólo encuentra fin en la cabeza de sus tenderos. Pero todavía podemos encontrar un lugar donde ésto sucede, un sitio único y brujo, la Librería de San Ginés.
Ubicada en el pequeño pasadizo que lleva el mismo nombre y que va a parar a la céntrica Calle Arenal, se trata de un comercio que lleva colmando las necesidades de los devoradores de páginas más peculiares desde mediados del siglo XIX. Es un lugar pequeño pero que rebosa y regala historia, encajado en la fachada del edificio. Su armazón de madera y su tejado de tejas curvas le dotan de una belleza austera, de otro tiempo.
En este sitio uno puede encontrar libros antiguos, ésos que pensaba que no hallaría en ningún punto, y también obras de segunda mano a precios, como el lugar, de otra época. Sólo con echar un vistazo entre los cientos de tomos que sacan a la calle, uno recibe una experiencia igual de gratificante y enriquecedora que la propia lectura.
Curiosos y fanáticos de los libros se dejan caer por este rincón que parece sacado de alguna de las miles de páginas que encierra. Detenerse ante él un día de gris y triste de febrero, y disfrutar de la escena bajo el manto amarillo que nos proporcionan las bombillas desnudas de su escaparate, nos brinda una escena encantadora. Después, para entrar en calor, basta con adentrarse unos metros en el pasadizo y disfrutar de uno de los mejores chocolates con churros de Madrid. Con o sin libro, éso ya lo decide cada uno.
3 comentarios
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Me encanta ese lugar. En mi luna de miel pasé por ahí y me quedé «embobado» unos 20 minutos revisando libros antiguos, especialmente de derecho, ya que soy abogado. Mi señora me tomó unas fotos en el mismo ángulo de la foto que publicas. Finalmente no compré ningún libro porque el viaje estaba recién empezando y significaba andar cargando mucho peso durante muchos días. Ganas no me faltaron eso sí. En julio vuelvo a Madrid y de seguro pasaré por esta librería y más de algún librito compraré. Saludos desde Chile.
La conozco desde hace solo unos meses, ya que hemos instalado la redacción cerca. Y me enamoró desde que la vi un día que iba corriendo a hacer unas gestiones. Pasé otro par de veces con prisa y curioseé pero sin tiempo. Y hay que dedicarle un rato. Vi un libro que me atrajo pero, con las prisas, no me lo llevé. Costó otras dos visitas que volviera a aparecer. No recordaba ni el título ni el color y no se lo puse fácil al dueño, ¡que consiguió encontrarlo a persar de todo!
Decidí hacer un par de fotos y entablé conversación con un turista que también se quedó curioseando. Charlamos un rato y volví corriendo a mis quehaceres.
Fue un rato no muy largo, pero de esos que sólo te dan las librerías con encanto o los museos que no conoces. Las recorres y encuentras sorpresas tras cada esquina. Y mientras estás dentro (en este caso, junto 🙂 parece que el tiempo se para. Y la vida es menos, bastante menos frenética.
Si tenéis tiempo, entrad en cualquier librería. Y si estáis o vivís en Madrid, y los libros os dicen algo, no dejéis de visitar la librería de San Ginés. Porque repetiréis.