La Puerta del Sol del Siglo XVII guardaba notables diferencias con la actual, aunque también importantes similitudes. Si paseáramos por ella, no veríamos ni al Oso y el Madroño o la estatua de Carlos III, sí que nos encontraríamos con la desaparecida Iglesia del Buen Suceso, a la Mariblanca. Tambié dando una inocente vueltecilla por ella es probable que en algún momento nos topásemos con unos personajes ya ovlidados por el coelctivo madrileño, las denominadas ‘Soleras’.
¿Quiénes eran? Os cuento, en la Puerta del Sol estuvo instalado desde mediados del Siglo XVII, un gran prostíbulo en la esquina que da a la Calle Mayor, donde hoy se ubica la emblemática pastelería La Mallorquina. Dicho lupanar era muy conocido en toda la Villa y Corte y principalmente frecuentado por literatos y comerciantes. A las chicas que trabajaban en aquel enorme local se les conocía como ‘las soleras’.
Como vemos, el tema de la prostitución en el entorno de la Puerta del Sol, no es algo de nuestros tiempos, se trata de una realidad que viene de muy lejos.