Apenas salva un tranquilo cauce de unos 5 ó 6 metros. Suficiente para que esta discreta pasarela sea catalogada como puente y de ahí que sea, totalmente merecedora del siguiente título, el puente de hierro más antiguo de España. Si queréis dar con él la forma más efectiva es montar en el metro y marcar como destino la estación de ‘El Capricho’, correspondiente a la línea 5. Allí, en el parque del mismo nombre, nos aguarda esta joyita.
De los muchos elementos singulares que salpican el Parque del Capricho, para muchos el más bello de Madrid, éste a priori no destaca demasiado. Sí que forma parte de una preciosa postal, verde y con un estanque a sus pies. Pero el puente en sí, de acceso cerrado y relativamente ensombrecido por la vegetación, no es un motivo en el que muchos nos detengamos.
Ahí dónde lo veis, la Duquesa de Osuna, María Josefa Pimentel, pidió su realización en el año 1830, así que ya está cerquita de cumplir los dos siglos de vida ¡Nadie lo diría! Su estructura de hierro, con tablero de marera y dos escaleras metálicas en ambos extremos, fueron pioneras en nuestro país. Un mérito y secreto bastante olvidado. Similar, y mucho más conocido es el Puente de Triana, pero éste se ejecutó, en Sevilla, doce años más tarde, así que el nuestro, es el más veterano de España.

