Hace varias semanas surgió una comida inesperada con dos buenos amigos, y ante la improvisación gastronómica la pregunta de siempre ¿Dónde comemos? Es en ese momento cuando la responsabilidad y las miradas de la conversación se fijaron en mí. “Tú eres el que sabe de Madrid así que tú decides”. Consciente del buen saque de mis compañeros de mesa, de su exigente paladar y de que si fallaba tendría que aguantar carros y carretas, tuve que apuntar alto. En ese momento recordé un restaurante que me habían recomendado unos días con insistencia: La Vaca y la Huerta. Ése sería nuestro destino,
Llegamos al coqueto local ubicado en la Calle de Recoletos 13 a la hora acordada. Los tres teníamos ganas de darnos un homenaje carnívoro por lo que acudimos puntuales a la cita. El restaurante se ubica a escasos metros del Paseo de Recoletos en una zona bonita, donde sólo los buenos sobreviven. Ya os aviso que visto lo visto, La Vaca y la Huerta permanecerá por esos lares el tiempo que quiera.
El local es diáfano, luminoso y de estilo moderno. De estos que te quitan el trasiego acumulado durante la semana y que te permiten centrarte en lo que has ido buscando, comer y además comer bien. Después de tomar algo en la barra ocupamos nuestra mesa. Carta en mano nos encontramos con lo que ya te adelanta el nombre del restaurante. Llamándose “La Vaca y la Huerta”, precisamente abundan eso, productos de la huerta y numerosos platos principales basados en la carne. Una cocina sin florituras ni adornos vaporosos. Aquí saben cual es su gran baza, el excelso nivel de su materia prima. Productos frescos, de primerísima calidad y cocinados a la perfección. Una fórmula aparentemente sencilla pero no siempre resuelta con eficacia.
A la mesa dos navarros y un riojano, relativamente familiarizados con lo que íbamos a pedir así que no podíamos aceptar cualquier cosa. Comenzó el desfile de sensaciones y el éxito por parte del restaurante fue rotundo. Empezamos abriendo boca con una Menestra de Temporada (10€). Uno de esos platos que tanto añoras cuando estás lejos de casa y que tanto te evocan los sabores de la comida familiar. Después dimos buena cuenta a unos Huevos de Corral con Trufa Negra y Patatas Confitadas (12€) muy ricos, para que mentir. Una antesala ligera para un festín inolvidable.
Huevos de Corral con Trufa Negra y Patatas Confitadas (12€)
Mucho y bien me habían hablado de la carne de este sitio, motivo real de nuestra visita pero como uno siempre es un poco escéptico en estas cosas, “hasta que no lo vea, no lo creo”. Pedimos el plato estrella del restaurante, el lomo alto de vaca rubia gallega (60€/ Kilo). Aún recuerdo como se iluminó la cara de los otros dos comensales cuando estas dos bandejas hicieron acto de presencia. Una pieza tierna, perfectamente marcada, de intenso sabor. Un manjar de esos que al recordarlos te hacen salivar, homenaje que ningún amante de la carne puede perderse en Madrid. Podría seguir con los adjetivos pero sería absurdo, hay que probarlo para saber de qué se está hablando.
Lomo alto de vaca rubia gallega (60€/ Kilo)
En definitiva, una experiencia altamente recomendable, especialmente dedicada a los que, como yo, adoran la carne. Una comida, repito, fundamentada y orquestada en torno a productos de primer nivel y acompañados, por cierto, de un agradable trato. Mis más sinceras gracias a La Vaca y La Huerta por hacerme quedar tan bien delante de mis desafiantes amigos. El listón para la próxima comilona ha quedado muy alto pero, ya aviso desde aquí, no seré yo quien escoja el sitio.
Dónde: Calle Recoletos, 13
Teléfono: 91 781 15 86
Metro: Retiro (Línea 2)
Precio de la comida: 40€
Web: http://www.lavacaylahuerta.com/
2 comentarios
Conozco el restaurante puesto que trabajo al lado y he ido a comer alguna vez. Muy recomendables las alcachofas, sólo en temporada pero están…. Tremendas!
Corrección: El metro de Retiro está muy lejos de este local. El de Banco está a dos pasos del restaurante a que hacen referencia. Saludos.